TIJUANA.- La Fiscalía General del Estado y el Servicio Médico Forense (Semefo) en Baja California fueron señalados de poca empatía con las familias de personas desaparecidas, ya que en lugar de facilitarles a encontrar a sus familiares, generan obstáculos que aumentan el sufrimiento de quienes esperan dar con el paradero de sus seres queridos.
Uno de estos casos lo vivió la familia de Samuel Orozco, un joven que se reportó como desaparecido el 20 de julio de 2018, pero la familia pudo dar con su paradero hasta cinco años después. Sus restos siempre estuvieron en la fosa común.
María Elena Domínguez, tía de Samuel, narró que desde que su sobrino desapareció, ella comenzó a buscarlo por lo que acudió a las instalaciones de Semefo donde las fotografías no son visibles por lo que fue imposible identificarlo, asimismo, lamentó que la FGE no compartiera información a tiempo y tuvieran que pasar cinco años para dar con su familiar.
Por parte de la Fiscalía, Rafael Orozco, fiscal central, informó que buscarán a las familias para entablar conversaciones, pero adelantaron que para finales de este año se espera contar con un laboratorio que tenga las pruebas de adn en el lapso de horas y no meses como ocurría en el pasado.
