Crisstian Villicaña
TIJUANA.- La venta de “curios” en la Garita de San Ysidro es un negocio que en los últimos años ha padecido, obligando a los comerciantes a reducir el número de empleados, diversificar los productos y brindar mejor servicio.
En un recorrido por el lugar, el señor Ernesto Vidal, comerciante con más de 40 años de labor, explicó en lo que se tienen que enfocar.
“Si queremos mantenernos en la venta de artesanías tenemos que mantenernos innovando con las cosas que vendemos, mejorar en la presentación también de nuestros locales y mantener súper limpia el área, más que nada súper limpia, nuestros puestos están aquí en la línea, es la pasada Tijuana-Estados Unidos, es la última imagen que se lleva el turismo de Tijuana”, consideró Ernesto Vidal.
Y es que a diferencia de décadas atrás, donde estos negocios daban para que las familias pudieran hacerse de un hogar, hoy, apenas se obtiene lo suficiente para subsistir en el día a día.
“Lográbamos comprar algún terreno para construir nuestras casas, inclusive construir nuestras casas, se pudo sacar dinero suficiente para eso y para sacar adelante a los hijos, para sacar adelante a los hijos con respecto a sus estudios, la escuela, el vestuario y ahorita prácticamente nada más para comer”, dijo Ernesto.
A lo largo del tiempo y en la actualidad el público que más ha consumido los productos que ofertan los vendedores de la Garita de San Ysidro es el méxico-americano.
Para el señor Ernesto es indispensable optimizar la forma en que se presentan ante los posibles compradores, haciendo cada vez mejor la experiencia.
“Tenemos que idear la manera de que esto sea más atractivo este lugar en específico, aquí en La Línea. En Tijuana venden artesanías en el Centro, en la Avenida Revolución, en el Mercado de Artesanías, en Rosarito, hasta en La Bufadora en Ensenada, pero aquí específicamente en La Línea tenemos que mejorar la imagen que mucha gente pueda tener de nosotros, mejorarla para bien”, concluyó el señor Vidal.