Adriana e Irinea recorren el país para exigir justicia por asesinatos de sus hijas

Sociedad

Ana Lilia Ramírez 

TIJUANA. — Con cruces de color rosa, Adriana Gómez de Chiapas e Irinea Buendía del Estado de México rinden memoria a las miles de mujeres asesinadas en México y recorren las Fiscalía Estatales para que los homicidios de mujeres no queden impunes.

Las activistas son dos mujeres que recorren el país con un solo con un objetivo, buscar justicia por los asesinatos de sus hijas. Llegaron este miércoles a Tijuana para protestar frente a la Fiscalía General del Estado (FGE) en la Zona del Río.

El arribo de las dos madres de familia fue a través de una caravana que recorre todo el país, con la que pretenden crear conciencia en las fiscalías estatales para que los asesinatos de mujeres se investiguen como feminicidios, y con perspectiva de género.

La señora Adriana Gómez es madre de Jade Guadalupe, una estudiante de 13 años que, asegura, fue asesinada en el baño de su escuela. Dijo no le importa recorrer el país, porque la Fiscalía Estatal de Chiapas le ha querido dar ‘carpetazo’ al caso como un suicidio.

“Ellos dicen que se había suicidado, la primera necropsia que hace la Fiscalía (del Estado de Chiapas), la doctora menciona que tiene roto el primer anillo branquial, no pusimos a investigar qué era eso y nos dicen que es un estrangulamiento”, refirió la señora Gómez.  

Y añadió, “Tres años ya han pasado. Fue el 14 de enero del 2020 y sigue en investigación, y si no han cerrado el caso es porque yo no le permito y me tienen que matar para que el caso de mi hija no quede impune y yo voy a seguir exigiendo justicia”.

La señora Irinea Buendía, madre de Mariana Luna, quien era abogada, asegura que su hija fue asesinada de manera violenta por ahorcamiento de su pareja, quien es policía; dice que el servicio forense le indicó que la causa de muerte fue por suicidio. Han pasado 13 años sin que se detenga al homicida.

“Después de que la Suprema Corte de Justicia le dice al Estado de México que forme un grupo investigador con perspectiva de género y de unidad de incidencia, forman ese grupo y entonces se exhuma el cuerpo de mi hija, en donde determinan con todo el expediente que había, que mi hija no se había suicidado, sino que ella había muerto por asfixia mecánica por estrangulación armada. En esa exhumación encuentran que en las uñas tenía material genético que no era de ella, si la médica forense, Yaneli Carrasco Lugo hubiera hecho su trabajo y no se hubiera aliado con las autoridades, nosotros no hubiéramos recorrido 13 años para pedir justicia”, sentenció la señora Buendía.

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