Uriel Saucedo
TIJUANA.- La calle Guasave se convirtió en un río de aguas negras que nunca se detiene. Con lluvia o sin ella, sobre la calle corre un torrente de agua sucia que proviene de la zona alta de Otay.
Los vecinos no saben a ciencia cierta de dónde provienen los desperdicios si son de las colonias que se encuentran en la parte superior, del aeropuerto o del parque industrial.
Residentes entrevistados refieren que la situación no es nueva, quienes llevan más años viviendo en la colonia compartieron que este problema existe desde hace más de 20 años, pero nunca les dan solución a pesar de las múltiples peticiones que hacen.
Uno de los afectados es el señor Israel, quien explicó que cuando hay escurrimientos de agua, se acumula tierra en la calle la cual es removida por trabajadores del Ayuntamiento de Tijuana, pero solo dejan los cúmulos de tierra a un lado de la vialidad y nunca se la llevan, esto ha ocasionado inundaciones en su hogar.
El tema no sólo afecta a quienes viven en la zona, sino también a quienes han establecido sus negocios, ya que el incremento de las aguas sucias provocan que las personas no visiten algunos locales comerciales.
Además, se ha convertido en un foco de infecciones, lo que pone en riesgo la salud de quienes viven cerca. Quienes trabajan en los alrededores se ven obligados a transitar con calzado especial. En el peor de los casos deben pasar por el río de agua sucia, ensuciándose con el agua contaminada.
Por parte de Notizona Mx se buscó la postura del Ayuntamiento de Tijuana, así como la Comisión Estatal de Servicios Públicos, sin embargo, ninguno de los responsables respondió a la petición por cuestiones de agenda.
Mientras tanto, los vecinos de la colonia Campestre Murua continuarán sufriendo las consecuencias del abandono por parte de las autoridades.