Tijuana.-El entorno laboral exige a las empresas replantear sus esquemas de compensación, pues ya no basta con ofrecer un buen sueldo a los trabajadores, especialmente a las nuevas generaciones que buscan bienestar emocional, equilibrio vida-trabajo y oportunidades de crecimiento.
Así lo destacó el Lic. Rodrigo Zúñiga, representante de la firma Michael Page, quien estuvo como invitado en la junta mensual de la Asociación de Recursos Humanos de la Industria de Tijuana (Arhitac), con el tema “Tendencias en compensaciones y beneficios en la región de Tijuana: Claves para la competitividad”.
En ese sentido, el experto subrayó que Tijuana tiene condiciones muy distintas al resto del país, lo cual obliga a las empresas a ofrecer salarios más altos y beneficios diferenciados.
“Tijuana, al estar tan cercana a California, tiene muchas rentas dolarizadas. El costo de vida es más caro comparado con otras zonas del país, por eso muchas compañías pagan sueldos en dólares o más elevados”, explicó.
Indicó que esta situación se refleja también en otras ciudades fronterizas como Mexicali, Monterrey o Ciudad Juárez, aunque la Ciudad de México puede presentar sueldos similares debido a su estructura corporativa.
Zúñiga aclaró que el salario sigue siendo importante, pero ya no es suficiente para atraer y retener talento.
“El talento está buscando trabajar en lugares donde haya salud emocional, desarrollo profesional y conexión humana; hoy más que nunca, las empresas deben romper el tabú de hablar de sueldo y de planes de carrera”, afirmó.
Por su parte, la Mtra. Diana Reyes, presidenta de Arhitac, coincidió en que las condiciones de Baja California tienen enfoques distintos en compensaciones, pues en la frontera el poder adquisitivo y el costo de vida son diferentes.
“Las empresas que llegan a operar aquí entienden y están conscientes de que su esquema de beneficios tiene que diferenciarse del resto del país, por la economía dolarizada que tenemos, entonces esto ha obligado a las empresas a implementar mecanismos como la indexación para proteger el poder adquisitivo de los empleados”, apuntó.
Para terminar, la dirigente resaltó la importancia de responder a las necesidades emocionales de los colaboradores: “las generaciones actuales ya no preguntan si existe un programa de bienestar, lo dan por hecho, por lo que si queremos equipos talentosos y comprometidos, debemos invertir en lo que realmente les importa”, finalizó.