Crisstian Villicaña
TIJUANA.- Proveniente del condado de San Diego llegó la Pequeña Amal a Tijuana, la marioneta de la niña siria refugiada pisó tierra mexicana al ingresar esta mañana por la garita de El Chaparral, con un mensaje centrado en la defensa de los derechos humanos de la niñez refugiada que experimenta la violencia del crimen organizado, los conflictos bélicos, entre otras complicadas situaciones que ponen en riesgo sus vidas.
“Tratándose de una niña obviamente tenemos el tema de la vulnerabilidad, de los niños, de las mujeres, y lo que se buscó fue una travesía muy larga de Siria a Manchester, Inglaterra, y el fenómeno creció, la recibió el Papá, la recibieron ministros, la sociedad civil y se volvió un símbolo de los migrantes y los refugiados, porque hay una gran diferencia entre migrantes y refugiados, sin embargo para Amal que es una niña de diez los términos no le importan mucho, ella está moviéndose de un lugar a otro, buscando un mejor espacio para vivir”, externó Romain Greco, el encargado de The Walk Productions.
La Pequeña Amal también estuvo en otros puntos de la ciudad como Playas de Tijuana, continuando su gira por el país en próximos días en Nogales, Ciudad Juárez, Monterrey, Guadalajara, Ciudad de México, Oaxaca, hasta llegar a la frontera sur, en Tapachula.
El que la marioneta de la niña siria se encuentre en la entrada y salida de miles de migrantes y refugiados que representa Tijuana, permite concientizar sobre la importancia de estos.
“De acuerdo a lo que son tendencias globales del ACNUR actualmente hay más de 114 millones de personas que han sido desplazados por situación de violencia, de estos el 41% son niños, niñas y adolescentes, un porcentaje muy alto”, señaló la representante adjunta del ACNUR en México, Renee Cuijpers.
Día a día familias enteras arriban a esta ciudad fronteriza con miras a cumplir el “sueño americano”, la gran mayoría por cuestiones socioeconómicas, donde resalta la violencia, en especial en los países de Latinoamérica.
Para los encargados del proyecto, la Pequeña Amal en México es una oportunidad de recordar que el país siempre ha recibido a aquellos que tienen que salir de sus hogares de manera forzada.
“Una cosa es recibir mil o dos mil refugiados políticos de España y otra cosa es recibir cientos de miles de refugiados de todos los países, entonces México está siendo lo más que puede, sus políticos, sus gentes, sus asociaciones, pero la imagen que se puede proyectar en el extranjero no puede ser la más ideal y yo sí quiero hacer mucho hincapié en eso a través de las acciones que vamos a realizar en todo el país, que hay esta empatía, que hay este amor, que hay esta inquietud hacia recibir a los niños, que ningún mexicano va a cerrar su puerta frente a una niña de diez años que le toca”, finalizó Romain Greco, de The Walk Productions.