TIJUANA.- Javier Salazar fue repatriado a Tijuana hace nueve años; luego de vivir toda vida en Estados Unidos debió enfrentarse a su nueva realidad lejos de su esposa, hijos, madre y hermanos. Para evitar caer en depresión comenzó a pintar, actividad que no había hecho desde que tenía 10 años.
Sus obras le dan vida a la comunidad migrante que subsiste de su trabajo en el campo. Con sus pinturas intenta dignificar a los mexicanos que viven en el vecino país y disminuir el estigma en contra de la comunidad migrante.
En la actualidad, Javier se encuentra en un proceso creativo donde explota la técnica del autoretrato. Los motivos son diversos, desde no tener modelos para pintarlos sobre el lienzo, pero también como un ejercicio de autoconocimiento.
El pintor también ha participado en murales en el bordo que divide a Tijuana de San Diego en el lado de Playas de Tijuana, asimismo ha expuesto su obra en el Palacio Municipal y sobre la avenida Revolución. Su trabajo puede ser consultado en redes sociales como deportedartist.