Crisstian Villicaña
TIJUANA.- “Hoy preparamos rajas poblanas con pollo y queso, aquí están, son para los 17 albergues que alimentamos diariamente”, narró la cocinera de Tijuana Sin Hambre, Verónica Alvarado.
Es a las 6:00 de la mañana cuando las cocineras de la Fundación Tijuana Sin Hambre ya están dándole a las ollas.
“Nosotros tenemos un menú de acuerdo a las nacionalidades de las personas que están en los diferentes albergues, tenemos niños, tenemos ancianitos”, dijo la cocinera Verónica Alvarado.
Son 3 mil 100 platillos los que a diario se preparan para migrantes y población en situación de calle, comunidad que es una constante en la ciudad.
“Son bastantes las personas que se benefician, mujeres, niños. Todos la verdad son muy bien beneficiados y la comida ni para hablar, se ve a simple vista que esta buena, la verdad”, platicó Javier García, del albergue Embajadores de Jesús.
La notable labor se da gracias al noble corazón de donadores y colaboradores que dan comida a la Fundación Tijuana Sin Hambre.
“Ven que cada bolsita de arroz que donan está ejecutada, está hecha en la cocina, está entregada. Entonces es algo muy transparente que nos da mucha felicidad poder aportar algo así a Tijuana”, externó la fundadora de Fundación Tijuana Sin Hambre, Maru Rique.
En la sazón, el detalle, la comida de Tijuana Sin Hambre logra su cometido, llevar un rico platillo a los que más lo necesitan.
