Ciudad de México.- Con los documentos filtrados de Facebook, se descubrió que la compañía tenía conocimiento de los grupos de odio que surgieron dentro de la plataforma y cómo no se tomaron decisiones para hacer algo al respecto.
Múltiples empleados de la empresa comunicaron varias veces sobre los peligros de discursos de odio y de desinformación que se han vuelto gigantescos dentro de la aplicación, así como el favoritismo por celebridades y políticos para ignorar los términos y servicios.
También se ha mostrado que Facebook ha sido cómplice de ciertos gobiernos para proteger su imagen y usar su plataforma como un medio de propaganda.
Frances Haugen, ex-empleada de la compañía fue quien destapó esta controversia ante legisladores británicos, advirtiendo que la plataforma alimenta el odio, el extremismo, no protege a los infantes y no tiene herramientas para solucionar problemas.