Crisstian Villicaña
TIJUANA.- El panteón municipal número 6 es conocido como el más viejo de Tijuana, lo cierto, es que hay otros como el de Cueros de Venado que, si bien es privado, tiene más antigüedad; no obstante, en cuanto a cementerios públicos el ubicado sobre el boulevard Federico Benítez es de los primeros de la ciudad, cuando Tijuana era una tierra dedicada al rancho, a la ganadería.
“Cuando la gente empieza a morir, además de las misiones también necesita este tipo de panteones, sobre todo cuando las misiones fueron convertidas en ranchos, por ende el entorno era meramente rural, netamente vaquero, porque en esa zona se movía mucho ganado, desde mediados del siglo XIX y todavía hasta mediados del siglo XX”, detalló el profesor y subsecretario de patrimonio y difusión cultural de la Secretaría de Cultura de Baja California, Josué Beltrán.
Tijuana fue fundada oficialmente en 1889, mientras que el panteón municipal #6 funciona desde 1882, por lo que muchos de los restos de las primeras familias de la ciudad se encuentran justo ahí.
El cementerio alberga 2 mil 700 cuerpos y poco más de mil 900 tumbas, algunas visiblemente afectadas por el paso de las décadas, pero otras cuidadas por los pocos familiares que visitan a los que ya no están se encuentran en este plano.
“No tenía barda, apenas estaban poniéndole barda cuando pasaba yo que estaba chamaca y veía el panteón y decía qué es esto, le preguntaba a mi padre”, mencionó la señora Alicia Solís.
“Decía yo que curiosos son los panteones de aquí de Tijuana… yo soy de la Ciudad de México y allá son muy distintos los panteones porque son bardeados y todo, están muy diferente aquí y yo le decía que era raro que un panteón estuviera así, sin cercar ni nada, ni barda, ni nada”, añadió la señora Alicia Solís.
El cementerio municipal número 6 continúa dando descanso a las primeras familias de Tijuana y sus descendientes, historia que lleva 141 años siendo parte de esta joven ciudad fronteriza.
Este noviembre primero y segundo se vio a algunas personas lavando tumbas, colocando flores, adornando, esto como parte de las celebraciones de estos días.
“Seguramente así como se fue muriendo la primera, la segunda, la tercera generación, estoy casi seguro y lo puedo apostar que hay cada vez menos visitantes a ese panteón, con las contadas excepciones como las efemérides que en estos días estamos conmemorando, alusivas por su puesto a los muertos, tanto a los santos inocentes como a los muertos adultos”, concluyó Josué Beltrán, Subsecretario de Patrimonio Baja California.