· El sector inmobiliario de BC desaprovecha el potencial que representa el mercado de visitantes del Sur de California, Nevada y Arizona
El corredor costero Tijuana–Rosarito–Ensenada (COCOTREN) enfrenta una situación crítica por la escasa y limitada oferta hotelera, en comparación con otros destinos de playa del país, que están captando a más turistas de Estados Unidos, sobre todo de California, Nevada y Arizona.
Lo anterior advirtió el asesor inmobiliario Luis Bustamante, quien encabezó un estudio sobre la oferta hotelera en destinos de playa mexicanos, a través de ‘Bustamante Data Center’, analizando los principales corredores turísticos como Riviera Maya (106,000 cuartos); Riviera Nayarit (17,249), corredor Veracruz – Boca del Rio (6,140) y Riviera Huatulco con (8,552) habitaciones.
Explicó que el objetivo fue evaluar precios de renta, porcentaje de ocupación, calidad del hospedaje, perfil del cliente y cantidad de habitaciones disponibles y de esa manera contar con información estratégica para la comercialización de varios hoteles en venta en distintos destinos costeros del país.
“Durante este proceso, se detectó que la mayoría de los clientes en esas ciudades provenían de California, Nevada y Arizona, siendo destinos como Riviera Maya o Riviera Nayarit los que logran captar a más de estos turistas, mientras que Baja California a pesar de estar más cerca, se queda rezagada”, expresó.
En ese sentido, Luis Bustamante afirmó que aquí se presenta una “Incongruencia Costera”, pues a pesar de que haya millones de turistas listos para llegar al COCOTREN, no existe la suficiente oferta hotelera para hospedarlos con los servicios de calidad que demandan.
Mencionó que el mercado natural para este corredor costero está en California, en donde millones de hispanos residen a una distancia manejable en auto, desde 30 minutos hasta dos horas, y todos circulan por la misma carretera escénica Tijuana–Rosarito–Ensenada.
Actualmente, precisó, se estima que hay 8 millones de México-americanos viviendo en esta zona de influencia, quienes por falta de oferta hotelera de calidad optan por viajar a destinos más lejanos como Los Cabos, Puerto Vallarta o Cancún, a pesar de tener Baja California a la vuelta de la esquina.
El estudio reveló una clara carencia de oferta hotelera en el corredor costero, ya que mientras otros destinos ofrecen decenas de miles de habitaciones, en toda la extensión Tijuana–Rosarito–Ensenada, únicamente se disponen de 3 mil 108 habitaciones, muchas de ellas de baja calidad.
“La incongruencia se vuelve aún más evidente al observar el éxito del Valle de Guadalupe, donde la apuesta por hoteles boutique y de alta gama logró una rápida respuesta del mercado, alcanzando tarifas promedio de hasta 385 dólares por noche, muy por encima de las tarifas promedio en el COCOTREN”, resaltó.
El empresario inmobiliario dijo que este fenómeno demuestra que el mercado de alto poder adquisitivo está dispuesto a pagar por hospedajes de calidad siempre que exista una oferta adecuada en experiencia turística y alojamiento.
Además, abundó, el Valle de Guadalupe ha complementado su oferta hotelera con gastronomía, eventos culturales, conciertos y actividades de interés, lo cual lo ha convertido en un destino aspiracional a nivel nacional e internacional.
Por otra parte, puntualizó que la falta de infraestructura hotelera ha dado paso para que la modalidad de hospedaje por medio de ‘Airbnb’ se convierta en un mercado emergente en el COCOTREN, ya que actualmente hay 3 mil 400 unidades enlistadas, aunque de forma regular operan cerca de mil 600 propiedades.
Luis Bustamante expuso que, ante este panorama, surge una clara oportunidad para que los desarrolladores y constructores replanteen sus proyectos inmobiliarios, porque es momento de diseñar productos que incorporen áreas de hospedaje para renta corta, como los llamados departamentos Lock-Off.
Estos se caracterizan por su diseño que permite separar físicamente una sección del inmueble para crear dos espacios independientes dentro de una misma propiedad, ideal para generar un rendimiento financiero adicional como Second Home.
Reiteró que la falta de infraestructura hotelera en el corredor Tijuana–Rosarito–Ensenada no solo es una omisión, sino una oportunidad desaprovechada por parte del sector inmobiliario, los empresarios turísticos y las autoridades responsables.
Por último, hizo un llamado a todos los actores involucrados a observar con seriedad el potencial de esta región, para invertir en desarrollos adecuados que posicionen al COCOTREN como un destino competitivo, capaz de atraer a millones de visitantes que hoy en día buscan opciones más lejanas ante la falta de oferta local.