Ana Lilia Ramírez
TIJUANA.- Este 24 de enero se cumplió un año de que Lucero Rangel fue asesinada por asfixia, cuyo cuerpo fue abandona dentro de un refrigerador en la colonia Terrazas Del Valle, el homicida continúa libre, quizás cometiendo más asesinatos de mujeres, así lo señala Mayra Rangel.
“Precisamente un 24 de enero como hoy me marco el agente de CAPEA y me dijeron que encontraron el cuerpo de una mujer en un refrigerador, me dice, deberías de ir a SEMEFO para que chequen tatuajes, porque (el cadáver) trae tatuajes y al parecer unas credenciales, pero yo fui pensando que no iba a ser ella”, declaró.
Lucero Rangel tenía 21 años cuando desapareció el 2 de enero del 2022, el último rastro fue que salía de trabajar del Bar Marabú, cámaras captaron que un hombre en una camioneta obscura pasó por ella y con confianza aborda el auto, por lo que presumen que su asesino la conocía y tenía su confianza.
Dice Mayra Rangel que tras 21 días de búsqueda le dijeron la noticia, Lucero fue asesinada por asfixia, el cadáver tenía un cable de un cargador de celular en el cuello que le quito la vida, tenía tres costillas rotas.
“Me dijo que tenía un cable de cargador en el cuello y las costillas rotas”
El cuerpo tenía un estado avanzado de descomposición, por lo que presumen que fue asesinada el mismo 3 de enero cuando desapareció.
La investigación tiene dudas, pues en la escena del crimen dejaron objetos que pudieron ser evidencia del homicidio y de su asesino.
“En un cajón estaba un uniforme de trabajo, peritos había dejado maletas con sus cosas (que eran posibles evidencias del crimen). Hubo mucha negligencia, dejaron todas sus pertenencias en la casa y había muchos papeles y cosa de otras personas que a lo mejor vivían ahí”
Familiares de Lucero Rangel solo piden justicia, y es que ha acudido a la Fiscalía General del Estado y les han cambiado en varios ocasiones el agente investigador y no dan informes.
“Tenía un novio que conoció en el Bar, yo le di todos sus datos a la Fiscalía, pero no han hecho nada, no lo han entrevistado”.
Con un altar recuerdan su familia a Lucero Rangel, una víctima de la inseguridad, la familia vive en pobreza extrema en el área de El Niño, las dificultades económicas les impiden trasladarse a la Fiscalía General del Estado para preguntar sobre el avance de las investigaciones, las veces que han ido a saber del caso, les indican que se cambió el agente investigador y no dan avances.
Piden que se le dé seguimiento y que no se convierta en otro caso más de asesinato de mujeres que quedan impunes por ser una familia pobre.