Por: Antonio Maya
TIJUANA.- Tijuana se ha convertido en los últimos años en un refugio para las madres que huyen de sus lugares de origen por violencia o pobreza extrema, como en el caso de la joven de 24 años de Churumuco, Michoacán y que llamaremos Martha por temor a represalias.
“Hace tiempo corrieron a mi hermana y pues por miedo nos salimos de allá”, comentó la joven al interior de una casa de campaña ubicada en un albergue de la ciudad.
Si bien en Churumuco las cosas no fueron fáciles para ella y su hijo pequeño de 4 años, el trayecto a Tijuana tampoco lo fue, ya que en repetidas ocasiones la extorsionaron. “Muy peligroso porque vengo transbordando desde allá hasta acá y pues en varias ocasiones nos han revisado”.
Martha platicó que salió de su ciudad con pocas pertenencias ya que no podía permitir que su hijo crezca en un ambiente de delincuencia. “Pues más que nada, pues para darle una vida mejor a mi hijo, que no crezca en la delincuencia, ni nada de eso”.
Actualmente Martha vive en un albergue de la ciudad en espera de su cita del CBP One, aunque es consciente de que si no logra cruzar a Estados Unidos de manera legal buscará establecerse en Tijuana. “Pues trabajar mientras en lo que primeramente Dios me acepta mi cita y trabajar para tener dinero para mi hijo, para mí”.
Para mejorar su calidad de vida, constantemente madres de distintas partes del sur de México y de algunos países de Centroamérica llegan hasta esta frontera buscando proteger a sus hijos.
“La organización percibe la llegada de muchas mamás que vienen solas aquí al lugar, a excepción de algunas que vienen con sus esposos, pero muchas de ellas vienen con uno (…) o hasta máximo cuatro niños”, explicó José María García Lara, director de Movimiento Juventud 2000.
Aunque no hay un censo específico de madres migrantes solteras en el municipio, se estima que el número aumenta cada año.
