TIJUANA.-El ballet no solo es una forma de arte y expresión, sino que también puede brindar beneficios significativos a niños y niñas que enfrentan desafíos de salud físicos o cognitivos.
“Tienen diferentes beneficios; entre ellos, psicosociales, motrices y de rehabilitación física”, declaró Alejandra Naranjo, docente de ballet en el CRIT de Baja California.
Para muchos niños con diversas condiciones, el ballet ofrece una vía única de desarrollo físico, emocional y social.
El ballet ayuda a mejorar la coordinación, el equilibrio y la fuerza muscular, aspectos clave para niños con padecer como autismo o síndrome de Down. Además, a través de la danza, los niños pueden expresar emociones de manera creativa, lo que puede ser especialmente beneficioso para aquellos con dificultades en la comunicación verbal.
La participación en el ballet para niños y niñas con discapacidad no solo promueve el desarrollo físico y emocional, sino que también fomenta el amor por las artes escénicas y la creatividad en ellos, sin importar sus capacidades individuales
