TIJUANA.- Guadalupe Ramos pertenece al colectivo San Felipe Unido por sus Desaparecidos, ella es madre de Alex Adrián Carrillo Ramos un joven de 30 años. La última vez que supo de él fue hace dos años en un domicilio ubicado en la Zona Centro del municipio de San Felipe; desde entonces no sabe dónde se encuentra.
Tardó un año y medio en denunciar su desaparición porque recibió amenazas, mientras tanto lo buscó por su cuenta. Cuando se decidió a ir con las autoridades se enfrentó a la indiferencia de los agentes y a la falta de personal capacitado.
En San Quintín la situación no es muy distinta, Angélica García es madre de Cristian Flores, quien desapareció el 4 de marzo de 2022 en medio de su jornada laboral en el poblado Vicente Guerrero. La búsqueda se ha complicado porque el agente investigador se los prestó la Fiscalía de Ensenada.
La falta de seguimiento de los casos de desaparecidos en estos nuevos municipios se ven reflejados en el estudio de Desaparecer en Baja California que realizó la organización civil Elementa Derechos Humanos.
Otra de los retos a los que se enfrentan las familias buscadoras es el hecho que algunos cuerpos pudieron ser arrojados al mar, sin embargo, no existe equipo ni personal capacitado para ese tipo de búsquedas.
