TIJUANA.- Todos los días antes de llegar al callejón de exportación en la Zona de Otay, Max y Many, dos perros pastor belga, se encargan de verificar que ninguno de los camiones de carga lleve alguna sustancia ilícita.
Max ya cuenta con siete años de edad, mientras que “La Many” apenas tiene tres. Ambos fueron entrenados previamente para detectar cualquier tipo de anomalía y avisar a sus cuidadores para que estos lo reporten a las empresas transportistas.
El vicepresidente de la Confederación de Asociaciones de Agentes Aduanales de la República Mexicana (CAAAREM), Adolfo Ayala, explicó que las empresas tomaron la decisión de contratar los servicios de estos canes para disminuir la posibilidad de que los cargamentos vayan contaminados y les generen detenciones y multas del lado americano.