Crisstian Villicaña
TIJUANA.- La Tía Juana debe estar muy orgullosa de dos de sus hijos: el muralista Mode Orozco y el perrito corredor “El Chicles”. Ambos reconocidos y queridos por la gente. Para conocer más de ellos, Zona Mx acudió al último trabajo del artista, en el cual inmortalizó a la mascota más querida del momento.
“Fíjate que no me gusta dibujar, nunca me ha gustado dibujar, yo no soy en papel ponerme hacer dibujos, yo más bien lo aprendí en la calle, crecí de vago, desde chico haciendo graffiti en las calles y me gustó mucho el aerosol, aprendí a dibujar en las paredes haciendo graffiti y de ahí lo fui puliendo poco a poco y desde la primera vez que vi que alguien me pagó por hacer una pintura vi la oportunidad de hacerlo mi modo de vivir y de ingresos también, y lo pulí, lo pulí, lo desarrolle hasta ahora que es mi profesión”, platicó el muralista, Mode Orozco.
Son más de 10 años de dedicarse de lleno a la pintura, dándose el tiempo de hacer murales en casi todo México y países como Colombia, Estados Unidos, y Atenas; trabajo que requiere de mucha concentración, creatividad y sacrificio.
“La gente ve lo bonito, ve el resultado, pero sí es una friega, tengo lastimada mi espalda, tengo dos hernias de disco y subirte a andamios, a escaleras cada vez se me está complicando más, la otra es el sol, ahora en la mañana mi esposa me dio un poquito de aloe vera porque tenía todas quemadas las piernas que me daba el sol en las piernas”, explicó Mode Orozco.
El esfuerzo, vale la pena dice el muralista, el cual dedicó su último trabajo al perrito del momento, “El Chicles”.
“Fíjate que esta es la parte gratificante cuando hago personajes que son para la ciudad, por ejemplo en este caso yo no cobré ni un peso, donamos la mano de obra mi compañero y yo y solamente pedimos un apoyo para el material, conseguimos material y una vez que obtuvimos lo que ocupábamos lo realizamos”, comentó el muralista.
Sobre el homenajeado, el responsable de su éxito, el entrenador Héctor “Flecha” Hernández, dijo lo siguiente:
“Si empecé a notar que en los entrenamientos conmigo, antes de que me lesionara se pega conmigo, se pegaba como un chicle y muy concentrado, usualmente a otros perros que he tenido muy distraídos y él no, muy enfocado y un día decidí llevarlo a una carrera y desde ahí, no muerde, no es agresivo, es un perrito noble y le encanta correr”.
“El Chicles” creció en El Soler, siendo perrito callejero, tuvo un dueño, pero cuando éste murió, Héctor lo adoptó.
“Gracias a toda esa gente que ha hecho equipo para que se llevara esto, la verdad estoy muy agradecido con Mode Orozco, quedó ya plasmado ‘El Chicles’ aquí, yo siendo su tutor, su papá, su amigo, su hermano, no sé, tantos adjetivos que hay, mi compañero, la verdad me siento súper orgulloso de que Dios me lo haya puesto en mis manos y yo poderle cambiar su calidad de vida y que conozca Tijuana, él anda conmigo para arriba y para abajo y, repito, ‘El Chicles’ es también de ustedes, de todos”, concluyó “Flecha” Hernández.