Crisstian Villicaña
TIJUANA.- Su nombre es Carlos Ontiveros Loza, joven de 21 años que desapareció en Tijuana el pasado sábado 22 de abril, caso que se une los de cientos de personas que ya no regresaron a sus hogares, con sus familias.
Antes de desaparecer, el nacido en Estados Unidos dijo que iría con unos amigos a la zona de El Florido, sin embargo, ya no respondió las llamadas ni mensajes que llegaban a su móvil.
Su madre, Diana Loza, se encuentra desesperada, anhelando que la búsqueda que está realizando desde el día de ayer con el colectivo “Todos somos Erick Carrillo” dé resultados.
“Quiero pedirle a toda la comunidad de Tijuana, del Estado, de cualquier parte que nos vean en Estados Unidos, en cualquier parte de México, que nos den cualquiera información que puedan tener en relación del paradero de mi hijo Carlos Ontiveros Loza”, manifestó la señora Loza.
El joven conducía un Nissan Sentra 2018, con placas de California, carro que el pasado 25 de abril fue asegurado al ser conducido por otra persona, la cual traía en el auto drogas y armas, motivo por el cual se encuentra detenido.
Lo anterior, abre una serie de cuestionamientos a su madre, misma que refiere no saber qué información creer o descartar sobre su hijo.
“Sinceramente en estos momentos yo me siento bien confundida, porque yo sabía una cosa de mi hijo y empiezan a decirme un montón de cosas muy diversas de él, uno no sabe si es verdad o no es verdad, yo lo único que quiero, sea lo que sea, es encontrarlo, donde quiera que él este encontrarlo”, refirió Diana.
Para el señor Raúl Cornejo, miembro de la Fundación Internacional Todos Somos Erick Carrillo, la desaparición de Carlos Ontiveros Loza es una prueba más de la complicada situación de inseguridad que se vive en Baja California.
“Que tengan empatía con las familias, aquí queda claro que desgraciadamente los niveles no importan, aquí estamos teniendo un problema muy grave, creo que se está saliendo de control, no hay una estrategia que pueda detener esto, entonces yo le hago una invitación a la ciudadanía para que si tienen alguna información de alguna fosa clandestina, de algún desaparecido, que nos llamen con toda confianza porque son cientos, miles de desaparecidos y nuestra misión es buscarlos”, apuntó Cornejo.
De igual manera, el presidente de la Fundación “Todos somos Erick Carrillo”, Eddy Carrillo, se pronunció de lo complicado e inseguro que es el Estado en torno al tema de las desapariciones, las cuales se acumulan en expedientes sin resolver.
“Siguen las desapariciones de turistas también allá en San Felipe, en Rosarito está pasando lo mismo, tengo ahorita dos ciudadanos que me llegaron ayer también de diferentes fechas que también están en calidad de desaparecidos, es muy común ya en todo Baja California”, detalló Carrillo.
Carlos es ciudadano estadounidense de 1.70 de estatura, tes blancas, ojos color café obscuro, cejas gruesas, cabello castaño obscuro lacio, complexión robusta, con un peso de unos 80 kilogramos, tatuajes en ambos brazos y en la pierna izquierda.
El día de ayer se realizó una búsqueda en vida, mientras que este miércoles se inició con su localización en el área del boulevard 2000, diligencia que su madre acompañó junto a 40 personas de la fundación, familiares de Carlos, la Fiscalía General del Estado de Baja California y la Guardia Nacional.
Para Diana, la esperanza no se ha desvanecido, por el contrario, tiene fe en volver a ver su único hijo.
“Te amo mucho, que te voy a buscar y que te voy a encontrar donde estés, no estás solo, mucha gente te ama, mucha gente se ha solidarizado conmigo y con él, que no estás solo, que lo amamos”, concluyó la madre.